14 oct 2010

Le mystère de ton regard

Près de mon âme où le coeur bat très fort
bien sûr tu es là tout le temps
Soudain, je te chante ma petite chanson
mes pensées volent à toi rapidement
j'aperçois ton regard merveilleux, et finalement
je comprends le mystère de l'amour:
L'amour est seulement toi et moi,
c'est justement notre infinie passion.



El misterio de tu mirada

Cerca de mi alma donde el corazón late muy fuerte
seguro tú estás allí todo el tiempo
De repente, te canto mi pequeña canción
mis pensamientos vuelan a ti rápidamente
Noto tu mirada maravillosa, y finalmente
comprendo el misterio del amor:
El amor es solamente tu y yo,
es justamente nuestra infinita pasión.



Diego Alejandro Peralta Luna

1 oct 2010

Yo nunca volví

Tengo muchos recuerdos de pequeño, pero no olvidaré jamás el olor amaderado de mi primer violín. Mi papá me lo regaló y me dijo que algún día tocaría como Paganini, así es; el virtuoso Paganini. Puede inferirse en esa aseveración que mi papá me amaba y se sentía muy orgulloso de su único hijo.

No fue si no hasta los 21 años que dí mi primer recital en un pequeño auditorio de mi escuela de música y desde ese momento supe que tocar era mi mejor forma de probar mi existencia en el subjetivo mundo real. Siempre fui muy tímido y malo para hablar con las personas.

Recuerdo haber tocado infinidad de piezas a lo largo de mi corta carrera de músico, todas tenían algo que encontraba hermoso. Todas y cada una llegaban a tocar mi alma de alguna forma pero ninguna como el Canon de Pachelbel. Rememoro muy bien haber recogido dicha partitura que cayó del atril de mi profesor que iba saliendo del aula junto a mis compañeros de clase y con mucha curiosidad la observé detalladamente. Noté de inmediato algo distinto en su estructura fina y elegantemente diseñada que no termina; más bien vuelve a empezar justo cuando está por extinguirse el movimiento anterior. Justo como la vida que se va y de la nada aparece la muerte redentora a terminar lo que ésta mezquinamente dejó inconcluso y en el último suspiro de la muerte, la vida renace más ardiente y vivaz que nunca.

Al empezar a tocarla no pude pensar en otra cosa más que en la sublimidad de las sensaciones que me causaba, no sabía si mis manos interpretaban o acariciaban mi propia alma, algo dentro de mi me hacía sentir que podía morir en ese mismo instante y entendí entonces que si hay un ser supremo, entonces debería estar justo ahí; en ese divino trance en el que el humano toca el dedo de Dios y ese lazo se vuelve indestructible e impenetrable.

Eres tú mismo en el silencio de los ruidos, eres el músico, escritor, poeta, artista, deportista, arquitecto, reportero, periodista, matemático, contador, economista, el humano que siempre soñaste ser, tu sueño más idealizado pero ahora materializado, cuando llegas a ese trance de concentración y pasión por tu profesión todo se vuelve tangible e interminable, como el infinito dentro de la finitud de la unidad, como el placer de lo carnal y celestial en una explosión interminable de plenitud pasional, llegas al mismo cielo y te sientes tan bien, tan amado, tan libre del incesante dolor que causa el mundo real, que podrías no volver nunca...


Diego Alejandro Peralta Luna

De vuelta por aquí

Tenía abandonado mi blog desde hace mucho tiempo. No puedo prometer estar aquí diario, sin embargo, sí intentaré hacer un esfuerzo para estar más seguido por lo menos. Y también para terminar mi cuento inconcluso de romance XD. En fin, disculpen la tardanza y ustedes no cometan mi error ni abandonen sus blogs. Es nuestro pequeño escape a este extraño y subjetivo mundo real.

Para no dejar esto así nada más dejaré algo, que creo yo, es digno de estar aquí. Vamos creciendo y nuestros pensamientos se van haciendo más complejos y quizá cada vez escribimos con más contenido; en fin, espero cada vez mejorar para hacer amena su visita a mi blog, gracias una vez más por seguirme por aquí. Los quiero.